"Recursos del FOCEM sometidos al humor de brasileños y argentinos", afirma González Núñez

El MERCOSUR fue creado con el propósito de construir y compartir prosperidad merced al esfuerzo mancomunado de sus miembros, cada cual tributando su cuota de aptitudes, conocimientos y experiencias al servicio de las partes y el conjunto, praxis indefectible que desempeñada con honestidad y sentido de compromiso proporciona fecundos y estables resultados.

En ese afán, el Fondo de Convergencia Estructural (FOCEM), factor coadyuvante dirigido a apuntalar las economías más débiles del bloque, robusteciendo, diversificando y modernizando sus respectivos aparatos productivos a través del mejoramiento de las instalaciones edilicias y viales y el gradual perfeccionamiento de la competitividad empresarial, continúa siendo un tímido e inconcluso aparejo financiero para neutralizar los ingentes desniveles y avanzar hacia estadios de complementación grupal cimentado en el equilibrio, la proporción y la armonía.

Las insuficientes sumas aportadas por los socios mayores, más las engorrosas diligencias burocráticas impuestas para el desembolso de los montos solicitados para solventar proyectos diversos, son obstáculos que escaso o nulo favor otorgan al empeño de los gobiernos de los países menores, Paraguay específicamente, por adecuarse a los lineamientos y exigencias del mercado contemporáneo, cada vez más riguroso y puntilloso debido a la amplitud de ofertas que rivalizan en estética, calidad, precio y cantidad.

La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR deplora la reticencia consuetudinaria de brasileños y argentinos, principalmente los primeros, los máximos contribuyentes, en liberar en tiempo y forma los recursos aprobados para la ejecución de obras contempladas, tal cual acontece con la pavimentación de un importante tramo de 7 kms. de la ruta Nº 8 “Dr. Blas Garay” en el departamento de Guairá, trabajo hoy interrumpido y que sobrelleva una demora de más de cinco años, justamente por falta de dinero para sufragar los costos del emprendimiento carretero.

De más está decir que es imperiosa la pronta conclusión del asfaltado del referido trecho que atraviesa una zona rural altamente fructífera, que precisa de caminos de todo tiempo para transportar la voluminosa producción agro/ganadera a los diferentes centros de comercialización, distribución y consumo, tantos locales como foráneos.

Similar situación sucede con la segunda etapa de la Avenida Costanera, una autopista de circunvalación capitalina de medular relevancia para descongestionar el denso tráfico asunceno, hermosear la ciudad y captar el flujo turístico hacia la principal urbe nacional, también paralizada por la displicencia deliberada de los depositarios de la chequera del MERCOSUR, siempre animosos y oportunos para aprovechar ventajas individuales y recoger ganancias propias pero indolentes al momento de cooperar con el equipo y el asociado menos afortunado.

El FOCEM, instituido en el 2006, totaliza este año una década de funcionamiento operativo. Con estándares poco deseables en el cumplimiento de su misión y objetivo, el 2015, año previsto para la revalidación del programa, el mismo tendrá que renovarse y actualizarse, incrementando los capitales participados, simplificando los trámites para el acceso a los fondos, y privilegiando aquellos planes de desarrollo que apuntan a reducir las asimetrías, especialmente las derivadas de la carencia de costas marítimas.-

Febrero de 2015

Parlamentario ALFONSO GONZÁLEZ NÚÑEZ

Presidente de la Delegación de Paraguay en el PARLASUR