Ratificando el fallo de primera instancia, un tribunal arbitral de la Organización Mundial de Comercio (OMC) rechazó la apelación de Argentina y dispuso la revocación de la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI) y demás providencias extra arancelarias adoptadas por ese país respecto a la importación de bienes hacia su territorio, medidas que coartan con señalada ilicitud el intercambio con sus socios comerciales, motivo por el que la Unión Europea (UE), Estados Unidos de América y Japón entablaron un juicio en mayo de 2012, argumentando violación de expresas normas del libre intercambio internacional.
El gobierno argentino se halla en la obligación forzosa de acatar el laudo o la república será pasible de represalias de orden económico y comercial por parte de los demandantes, que podrán lícitamente exigir el pago de compensaciones, imponer el bloqueo de las exportaciones argentinas con rumbo a la UE, EE.UU. y Japón, o determinar el sensible incremento de los derechos de importación sobre las mercancías provenientes de la nación rioplatense, aumento que por resultar sumamente oneroso para el consumidor final restará toda competitividad a la producción de nuestros vecinos y asociados.
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR saluda con beneplácito la pertinente resolución de la OMC y aguarda que la Argentina en definitivas se adecue al consenso mundial en materia comercial, rectificando sus desacertadas políticas proteccionistas, que tanto perjuicio ha ocasionado a la integración en la zona y en mayor volumen al Paraguay, debido a su dependencia geográfica de los Estados con litoral marítimo, particularmente Argentina, por donde circula el 80 % de la manufactura nacional en tránsito.
La imagen de desprolijidad e informalidad proyectada por el MERCOSUR al exterior del bloque a raíz de la política comercial restrictiva con que Argentina protege la industria local de la leal competencia extranjera, tendría que empezar a disiparse de inmediato por fuerza de las circunstancias emergentes y el nuevo y propicio escenario instalado por la OMC, o continuaremos atorándonos con las miserias domésticas que aquejan al grupo visto que uno de sus miembros fundadores escoge en la práctica la insensata, disgregadora y vana modalidad de vender de todo y comprar muy poco o nada.
En simultáneo, Argentina habrá de revertir el enfoque retorcido con que maneja sus relaciones comerciales, vínculos, según denuncias, viciados por el chantaje al compeler a sus interlocutores comerciales a comprar en proporción a lo vendido, vale decir, equilibrar el espesor monetario de sus exportaciones con las importaciones, a lo que se adosa el requerimiento compulsivo de invertir en el país y destinar las ganancias a nuevas reinversiones a nivel interno.
Reiteramos que Paraguay por su mediterraneidad es el eterno damnificado en el comercio con los limítrofes del sur, dado que a la DJAI se suman otras vejatorias trabas como la Licencia Previa de Importación (LPI), el escaneo de contenedores en terminales portuarias, la obligación de embarcar prácticos argentinos en las naves de la flota compatriota, la prohibición de trasbordos de mercaderías en los puertos uruguayos, la limitación del tonelaje y dimensión de los convoyes de barcazas, las multiplicadas aberraciones burocráticas y la brusquedad supina de los efectivos de la Gendarmería en los pasos fronterizos de Clorinda, Posadas y Paso de Jama (Chile), incluido Jujuy y Formosa, y toda la gama de insufribles e ilegítimas barreras con que entorpecen la libre navegabilidad de la hidrovía Paraguay/Paraná.
A pesar de los pesares, seguimos creyendo que las autoridades argentinas alguna vez, más pronto que tarde, expiarán sus culpas con el comercio internacional. Imaginamos que en determinada encrucijada de la vivencia regional y global, sus líderes políticos abjurarán de la malsana rebeldía y optarán por acoplarse voluntariamente, y sin tretas, a un régimen comunitario desembarazado de modales aldeanos en la concepción de la economía.-
Enero de 2015
Parlamentario ALFONSO GONZÁLEZ NÚÑEZ
Presidente