Dificuldades para la plena integración energetica en el MERCOSUR

 La Presidencia de la Delegación de Paraguay ante el Parlamento del Mercosur, siguiendo la línea de la reivindicación de la soberanía energética del Paraguay, observamos esa inentendible práctica instalada al interior del gobierno de la República Argentina, que pareciera ser se empeña con admirable énfasis en obstaculizar cualquier esfuerzo y tentativa compatriota por superar, aunque fuere en mínimos porcentajes, los índices de crecimiento de nuestro país comparativamente con las colosales variables macroeconómicas rioplatenses.

La recurrente y poco novedosa actitud obstructiva del ejecutivo argentino hacia el Paraguay, no solo desnuda una política de mala vecindad sino, y lo que es mucho peor, una despreciable práctica que por encima de cualquier razonamiento civilizado se orienta a dañar intencionalmente a un miembro pleno de una alianza regional, el MERCOSUR, que, según sus normativas, debe actuar como bloque, lo que implica que las partes se fusionan para transformarse en un todo compacto e indisoluble, donde la comunidad prevalece sobre la individualidad y la prosperidad de la generalidad determina la buena fortuna de las particularidades.

La persistente oposición argentina de facilitar al Paraguay la exportación de su remanente energético al Uruguay a través de las redes de transmisión emplazadas en su territorio, revela reducido concepto que las autoridades porteñas tienen del proceso de integración.

Los necesarios "ajustes técnicos" y el temor de que la energía ofertada por el Paraguay provenga de la hidroeléctrica de Yacyreta y no de la usina de Acaray, constituyen pretextos baladíes, excusas inconsistentes y fantasiosas que disimulan una infame estrategia dirigida a inmovilizar económicamente al Paraguay, permitiéndole subsistir pero no progresar.

Esta mortificante rémora estrenada recientemente por los sucesores contemporáneos de Rivadavia, la de malograr la venta de nuestro excedente eléctrico, se adiciona a una serie de reclamos encabezados por la flagrante y nunca admitida violación del Art. 1 del Tratado de Asunción, que establece la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos por la geografía del MERCOSUR, y secundados por el exorbitante proteccionismo que arruina la competencia leal hiriendo de muerte la producción nacional; los insensatos atascos al comercio paraguayo de importación y exportación, desde Clorinda hasta el puerto de Buenos Aires; las asimetrías insuficientemente compensadas; las multimillonarias pérdidas que apila el sector empresarial paraguayo, y el leonino Tratado de Yacyretá, establecido, al igual que su homólogo de Itaipú, con avara perspectiva unilateral.

Y con fundada suspicacia nos preguntamos: ¿No será que la señora presidenta de la Argentina rehúye reiteradamente su venida a nuestro país a raíz del montón de asuntos pendientes con el Paraguay? ¿Será que el cumulo de reclamos planteados por el Paraguay a la Argentina, desde la creación misma del MERCOSUR, seguirán sin respuestas lógicas?

La Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, consecuente con su lealtad a la patria y al pueblo paraguayo, rechaza con severidad el proceder del gobierno argentino, que aun a sabiendas de que percibirá puntualmente el monto justo de peaje (derecho de tránsito) acordado por el usufructo de las líneas de transmisión eléctricas, no obstante con empecinamiento y vejatorias evasivas busca desbaratar una operación comercial que beneficiará por igual a las tres naciones componentes del MERCOSUR, en consecuencia insta al Gobierno Nacional a extremar acciones para concretar este negocio totalmente legítimo para nuestro país.

Julio de 2011

Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NUÑEZ
Presidente
Delegación de Paraguay
Parlamento del MERCOSUR