Opinión Parlamentaria (14/04/2020). Artículo de Opinión del Parlamentario Mario Alfredo Metaza, Parlamentario del MERCOSUR en Representación de la Provincia de Santa Cruz – Argentina, del Bloque Frente de Todos.
En estos tiempos de aislamiento social, preventivo y obligatorio que vivimos en la República Argentina, la gran mayoría de los medios de comunicación saturan hasta el hartazgo con informaciones disímiles minuto a minuto y periodistas, precisamente no oficialistas, utilizan la pandemia del coronavirus COVID-19 para llevar agua para su molino. O, mejor dicho, reportarse a sus jefes de los medios hegemónicos a ver quién encuentra el mejor modo de embarrar la cancha al Gobierno Nacional. Mal que les pese, su accionar ante la coyuntura es ejemplo en el mundo y al decir de la Organización Mundial de la Salud. Incluso ha hecho crecer su imagen positiva a límites insospechados hace un mes atrás. Por ello nos quieren contaminar de Infodemia, esa epidemia informativa que no cesa ni siquiera ante la desgracia creciente de personas enfermas y fallecidas. Todos se han transformado en expertos en pandemias, epidemias, virus o son infectólogos o científicos a los que nunca respetaron. Y ahora se han transformado en los más acérrimos defensores de los más ricos del país, con el grito en el cielo, simplemente por el hecho que el Presidente de la Nación les ha requerido a los poseedores de las grandes fortunas de nuestro país que colaboren, que sean solidarios, que ganen un poquito menos de las exorbitantes sumas que ganan anualmente en función de ser aplicadas a combatir éste flagelo que nos aqueja.
En busca de ese gesto solidario, el Jefe del Bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner, ha esbozado la idea de un proyecto de ley para aplicar un impuesto a quienes adhirieron al blanqueo de capitales en el anterior gobierno de Mauricio Macri, como así también a los legisladores que declaren más de 20 millones de pesos de patrimonio y a las grandes cadenas de supermercados que reduzcan sus márgenes de ganancias a un 4%.
Trascendió por distintos medios una larga lista con los nombres de los funcionarios del gobierno de Macri, empezando por él mismo que poseen cuentas en paraísos fiscales en países de baja o nula tributación, y que se acogieron al blanqueo de capitales en el año 2017. En el año 2018 Argentina se encontraba en el 5to lugar con mayor cantidad de cuentas offshore. Hoy se conoce por medio de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) que existen fondos argentinos depositados en el exterior por un monto de aproximadamente 123 mil millones de dólares.
En el año 2018, en mi carácter de Parlamentario del MERCOSUR presenté una propuesta al pleno del PARLASUR: un Proyecto de Recomendación solicitando un Protocolo de Armonización de Normas Sobre Ética en el Ejercicio de la Función Pública. El espíritu de la propuesta es que se establezca fehacientemente la prohibición para funcionarios públicos de tener algún tipo de participación con cuentas bancarias en países de escasa o nula tributación, tanto al momento de su designación como en funciones. Cabe aclarar que este tipo de instrumentos financieros, las cuentas offshore, han sido caracterizadas dentro del rubro de actividades de lavado de activos o dinero y evasión de impuestos, que a su vez se encuentran asociadas a actividades ilícitas. La lucha contra estos mecanismos se ha instalado definitivamente en la agenda internacional por su probada eficacia en el combate contra el crimen organizado, cuestión rubricada en distintas reuniones del G20. Consideramos para ello también el informe de la Comisión de Asuntos Jurídicos e Institucionales del PARLASUR 104/2016/RE/XXXVIII – SO-MEP/196/2016.-
Por ello, en estos tiempos donde el mundo demanda que los que más tienen aporten a sus gobiernos para combatir los distintos flagelos que azotan en todas las latitudes y que se apliquen a políticas de salud, fundamentalmente en esta época de coronavirus, creímos importante reflotar proyectos como el que hice mención, que no es una problemática exclusiva de la República Argentina sino de toda la región. Para que quede en evidencia no solo quienes pueden o están habilitados para ejercer la función pública de forma transparente y cristalina, sino que sea un llamado también a aquellos que aprovecharon situaciones de permisividad fiscal por parte del gobernante de turno como fue el caso de Mauricio Macri. Aún más ante este cambio de paradigma en el mundo que determina que es hora de que los que más tienen dejen de ganar dinero en forma exorbitante y en detrimento de los que menos tienen. Es tiempo que ese porcentaje que dejen de ganar los ricos sean destinados a políticas que combatan pandemias como la actual, desastres naturales y el hambre que sufren millones de personas en el mundo. Ojalá podamos ver pronto ese nuevo mundo.