A partir de la recuperación de la democracia en la región y en especial de la creación del MERCOSUR, comenzamos a comprender la importancia y potencialidad de la integración regional en todas sus dimensiones. En los años '90, supeditada al paradigma económico hegemónico de esa década, primó una visión mercantilista de la integración, que fue replanteada a partir del surgimiento de nuevos liderazgos populares en la región. Esta nueva realidad nos permitió profundizar en la integración económica y política del bloque, avanzamos en la construcción de una relación estratégica que nos permitiera a cada uno de los miembros aprovechar y potenciar las oportunidades del proceso de globalización, al tiempo que nos ayudara a minimizar los riesgos que ella implica, superando la vieja visión defensiva que prevaleció durante años.
A partir de la crisis financiero-económica mundial se ha desacelerado el ritmo en el avance de la integración y se ha vuelto a focalizar en los aspectos comerciales. Creo que se trata de un error político-estratégico porque en este nuevo escenario, con un mundo multipolar en conformación y con la consolidación de nuevos bloques, una de las principales prioridades como país debe ser volver a darle impulso a la integración. Para esto es necesario identificar y fomentar las complementariedades sectoriales, cooperar y coordinar en materias tan importantes como infraestructura, ciencia y tecnología, desarrollo nuclear y espacial, protección de los recursos naturales y del medio ambiente, así como avanzar en la consolidación y profundización de la institucionalidad del MERCOSUR, donde el PARLASUR juega un rol decisivo.
La creación del PARLASUR en 2005 tuvo por objetivo superar ciertas dificultades para la internalización de las normas MERCOSUR en los ordenamientos jurídicos internos, la falta de obligatoriedad del cumplimiento de dichas normas por parte de sus miembros y la escasa participación de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones del proceso de integración. En el Protocolo Constitutivo se establecen sus competencias, entre las que se destacan: velar por la observancia de las normas, la preservación del régimen democrático, elaborar y publicar anualmente un informe sobre la situación de los Derechos Humanos, recibir y examinar peticiones de cualquier particular –sean personas físicas o jurídicas– relacionadas con actos u omisiones de los órganos del MERCOSUR, elaborar dictámenes con el fin de acelerar los procedimientos internos de entrada en vigor de las normas por parte de los Estados parte, y desarrollar acciones y trabajos conjuntos con los parlamentos nacionales.
Cabe destacar que el PARLASUR es independiente de cualquier órgano ejecutivo y que está integrado por legisladores de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela de distintos orígenes, visiones, prácticas y partidos que desde cada una de sus realidades enriquecen los debates y aportan a la democratización y al fortalecimiento del MERCOSUR.
No sólo pienso que la integración es una tarea urgente, sino que estoy convencido de que es imprescindible para nuestro desarrollo como país. En el actual contexto internacional, pretender navegar en solitario, como han querido hacerlo algunos países, incluso siendo grandes o fuertes, es una opción completamente imposible.
Jorge Taiana, Ex-Ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina y candidato a Parlamentario del MERCOSUR.
Fuente: InfoNews