La cumbre de Brasilia del 16 y 17 de julio próximo, tendría que difundir resultados alentadores para un MERCOSUR que intrínsecamente aún se resiste a comprender y ejecutar las lecciones básicas de la integración en materia de intercambio comercial dentro y fuera del bloque, terquedad consuetudinaria atribuible a unos miembros predominantes que imaginan el florecimiento del grupo en función a sus expectativas e intereses, arrinconando a sus consocios menores a una desapacible sala de espera alejada de los focos neurálgicos donde se apadrinan decisiones por lo general nada consecuentes con la doctrina comunitaria.
Paraguay, precisa para el desarrollo y diversificación de su industria y ganar mayor presencia en los mercados internacionales, la captación masiva de capitales productivos de origen local y foráneo, un incentivo rotundo e irreemplazable para optimizar la infraestructura fabril y vial, mejorar la competitividad y la conectividad, acrecentar la oferta exportable, y crear espacios laborales para los residentes y conciudadanos de la zona.
La concesión a nuestro país de un tratamiento diferenciado en el Régimen de Origen, Regímenes Especiales de Importación de bienes de capital, materias primas e insumos, y Regímenes Nacionales de Admisión Temporaria, plasmados en la extensión de los plazos vigentes, más al mantenimiento de una Lista Nacional de Excepciones al Arancel Externo Común (AEC) hasta unos 650 ítems de la Nomenclatura Común del MERCOSUR (NCM), son pilares que debidamente atendidos y proveídos conforme al planteamiento compatriota, motorizarán el despegue de una economía endeble y rezagada en gran medida a raíz de la indiferencia premeditada de quienes obran en sentido contrario a los objetivos del Tratado de Asunción.
Es impostergable que la conciencia colectiva, aquella que concibe el bienestar del conjunto como derivación directa del empeño mancomunado de las partes, empiece a instalarse seriamente en el MERCOSUR, en los hechos palpables, y no perpetuarse en los discursos protocolares como nos acostumbran los comunicados presidenciales semestrales y los manifiestos emitidos tras los encuentros oficiales entre jefes de Estado de la región.
Las referidas propuestas nacionales, presentadas en la cumbre de Caracas del 29 de junio de 2014, vienen siendo objeto de sucesivas postergaciones, lo atestigua la conferencia de Paraná, en diciembre último, en la que con la excusa del análisis técnico pormenorizado se dilataron nuevamente la toma de resoluciones, una demora cuya causal principal es simple y llanamente la impostura brasileña de trabar la evolución del consocio de menor influencia y poder.
En consecuencia, la Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, preocupada ante la negativa de Brasil de acompañar nuestro paquete de propuestas comerciales, exponiendo una contrapropuesta parcamente provechosa, por no decir desfavorable, para las legítimas pretensiones nacionales, insta a los especialistas del Grupo Mercado Común (GMC) y a los ejecutivos del Consejo Mercado Común (CMC) a proceder en sus dictámenes y decisiones conteste a los requerimientos puntuales de la institución plurinacional y no acorde a las exigencias unilaterales.
Junio de 2015
Parlamentario ALFONSO GONZÁLEZ NÚÑEZ
Presidente