El temor a la competencia externa e interna; las obstrucciones al libre tráfico y tránsito comercial; la endeble unidad de acción; la ausencia de protagonismo igualitario; el desprecio a los modernos parámetros de intercambio globalizado, y la indiferencia hacia los postulados supranacionales que rigen la alianzas de países, compendian el rosario de imperfecciones que motivan que el MERCOSUR permanezca en un letárgico estado de hibernación institucional, una especie de blindaje que lo aísla de la actualidad mundial en materia de integración.
Al interrogarnos sobre el paradero exacto del nudo gordiano, el factor que obstruye el normal desarrollo de nuestro proceso colectivo regional, donde las etapas previstas por consenso desaíran continuamente lo contemplado en calendarios y agendas, nos topamos invariablemente con la actitud especuladora y distorsionadora de los miembros predominantes, que no necesariamente abjuran de la integración sino que trabajan para amoldarla a su hechura e intereses propios, infringiendo deliberadamente el principio comunitario estipulado en tratados y anexos documentales.
La próxima cumbre de Jefes de Estados, marcada para junio próximo, es el escenario propicio para con seriedad, objetividad y sentido de compromiso abordar, ahondar y desenmarañar ese degradante embrollo creado y alimentado por dos potencias consocias reacias a compartir venturas pero proclives, en cambio, a trasladar penurias a sus homólogos de menor poder e influencia.
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR entiende que compete a Brasil y Argentina poner las cartas boca arriba, admitir falencias y plantear con sinceridad de propósitos alternativas de soluciones potables que desanuden las añejas amarras que inmovilizan y rezagan al grupo comparativamente con sociedades multilaterales afines, caracterizadas por abrirse a la competencia; liberar el comercio de barreras extra arancelarias; franquear la circulación de bienes, servicios, capitales y recursos humanos, y adoptar decisiones de común acuerdo y conforme con la perspectiva del conjunto.
Ciertamente, uruguayos, paraguayos y venezolanos, deben asumir la iniciativa y persuadir a brasileños y argentinos de la perentoriedad de abolir definitivamente prácticas disolventes que ningún provecho arriman, excepto circunstanciales e inestables beneficios que carecen de durabilidad y consistencia justamente por omitir los ingredientes primarios con que se construyen y solidifican los proyectos unitarios entre naciones soberanas.
La propuesta formal del gobierno del Uruguay de sincerar el MERCOSUR, suprimiendo las diversas barreras impuestas al comercio intra y extra zona y flexibilizando el estricto régimen de suscripción de convenios de compraventa, constituye un avance que amerita por su autenticidad la adhesión de todos los integrantes y que debe ser tema obligado en la siguiente reunión ordinaria del Consejo Mercado Común (CMC).
Plausible, por lo inédito en ámbitos del Ejecutivo brasileño, es la exhortación del ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, quien consciente de la parálisis que se adueña del MERCOSUR, inercia que retarda la culminación del acuerdo birregional con la Unión Europea (UE), entre otras dificultades de porte, recomienda, a tono con Uruguay y Paraguay, revertir la rigurosidad del actual sistema de contratos comerciales autorizando a los miembros a que individualmente puedan gestionar y rubricar convenios bilaterales con países y asociación de países.
En esencia, respetar y acatar escrupulosamente los términos del Tratado de Asunción y Protocolos Adicionales; observar puntualmente las leyes internacionales que regulan los convenios de integración supranacionales; ajustarse a los requerimientos coyunturales que impone la dinámica del mercado; operar en función al equipo en todas las áreas del quehacer societario, y efectuar oportunas concesiones que coadyuven a nivelar gradualmente las profundas asimetrías, condensan, en léxico comprensible, los tópicos a considerar y ejecutar o el MERCOSUR proseguirá sumido en la anarquía y a la deriva en el concierto económico universal.-
Mayo de 2015
Parlamentario ALFONSO GONZÁLEZ NÚÑEZ
Presidente