Artículo de opinión del Presidente de la Delegación Paraguaya en el PARLASUR, Alfonso González Núñez.
De visita oficial a nuestro país, el presidente de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), Kunio Mikuriya, memoró a sus interlocutores paraguayos que el Acuerdo de Facilitación del Comercio, suscrito en Bali el 7 de diciembre de 2013 por los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), es un proceso tendiente a simplificar los trámites y procedimientos aduaneros tornándoles más fáciles y al mismo tiempo más ágiles, mejorando los controles pero sin estorbar el paso de los productos. Optimizar las funciones de control y fiscalización de las Aduanas respetando el libre tráfico internacional de mercancías, es la médula del recordatorio del calificado huésped.
Breves y contundentes expresiones que apuntan directamente al corazón del MERCOSUR donde las porfiadas y multiplicadas interferencias aduaneras al intercambio subregional refutan en la práctica los sinceros empeños por construir un área de integración redimida de engorrosas diligencias burocráticas conducentes éstas a sistematizar el artero bloqueo al comercio internacional, circunstancia sustentada y alentada en la zona por Argentina, principalmente.
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, por enésima vez, exhorta con firmeza a los líderes del bloque regional a sacudirse de la modorra proteccionista y de los devaneos ultra nacionalistas suplantándolas por el lúcido pragmatismo y el sentido de la realidad que impera en el orbe globalizado. Obrar en dirección opuesta a estas premisas de consenso universal, tal cual se experimenta en nuestra sociedad sudamericana, supone un desatinado desprecio de la lógica que gobierna la evolución corporativa en todos sus ámbitos.
Esa retórica vacía de contenido que caracterizan las alocuciones políticas de las reuniones ordinarias y cumbres del MERCOSUR tendrá que forzosamente ceder su espacio al compromiso veraz y responsable, temperamento ausente que acentúa la informalidad, la negligencia y la altanería que carcome las entrañas de un proyecto de fraternidad supranacional permanentemente aplazado por la renuencia deliberada de algunos de ajustar su acción al axioma inapelable que sentencia que la capacidad de renunciamientos y concesiones es vital para perfilar un equipo armónico, competitivo y ganador.
Y para que el conjunto trasluzca en los hechos un semblante de armonía, competitividad y triunfo es perentorio apostar al perfeccionamiento gradual pero sostenido aligerando al máximo las desventajas y asimetrías que extenúan a los más vulnerables que como Paraguay, específicamente, es blanco predilecto de las intemperancias aduaneras, portuarias y de tránsito del Ejecutivo de Buenos Aires.
El repudio unánime que genera en la colectividad mundial la insólita actitud argentina de problematizar superlativamente las exportaciones de sus socios comerciales, intra y extra MERCOSUR, es un estigma inmutable que por efecto dominó salpica no solo al transgresor sino a todos los componentes de su círculo, que ven reiteradamente frustradas sus expectativas de desarrollo en comunidad, a la par de amplificar, y legitimar, los recelos hacia el bloque.
Las declaraciones del titular de la OMA y las certeras recomendaciones resultantes del Seminario sobre la Modernización de la Gestión Aduanera para la Facilitación del Comercio, celebrado en la sede de la ALADI, Montevideo, Uruguay, el pasado miércoles 16 de julio, bien podrían, y deberían ser, tema de enfoque obligatorio en los foros decisorios del MERCOSUR, visto que en dicha conferencia se puso de manifiesto que la persistencia de las demoras e incertidumbres en los puertos y pasos fronterizos siguen constituyéndose en trabas innecesarias al comercio.-
Agosto de 2014
Parlamentario ALFONSO GOZÁLEZ NÚÑEZ
Presidente - Delegación Paraguaya
