Artículo de opinión del Parlamentario paraguayo Alfonso González Núñez.
Cancilleres de la Alianza del Pacífico anunciaron recientemente en Méjico que explorarán los mecanismos conducentes a una futura integración económica con el MERCOSUR, propósito plausible que de concretarse en el tiempo augura nuevas oportunidades de rentables transacciones para nuestro bloque como conjunto, una vez pactado los fundamentos para un convenio intrarregional que, a prima facie, promete excelentes perspectivas para emprender una adelantada modalidad de inserción en un mercado compuesto por más de 200 millones de personas.
Este plan del grupo constituido por Chile, Perú, Colombia y Méjico tendría que incorporarse de inmediato a la agenda del MERCOSUR, para en la siguiente convocatoria ordinaria expresar la complacencia del Pleno por el impulso de la comunidad homóloga, cuyos miembros, en particular los tres primeros citados, son estados asociados nuestros, hecho que bien podría allanar un ágil entendimiento entre las partes.
Los respectivos tratados de libre comercio en vigor entre las naciones de ambas sociedades, más la interconexión física bioceánica aunque todavía incompleta que enlaza el subcontinente principalmente por carreteras y ferrovías, a lo que se agrega la vasta experiencia en materia de intercambio en el orden bilateral, presagian superiores facilidades y, en contrapartida, limitadas dificultades en un hipotético proceso de acuerdo.
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR entiende que una vez suscrito el Acuerdo de Asociación Birregional con la Unión Europea (UE), presumiblemente en el transcurso del corriente año, habría que consensuar los ejes para una eventual negociación con carátula latinoamericana donde se pondrán en la balanza las ofertas, demandas, expectativas y reservas de cada sector, de cara a uniformar criterios y construir consensos.
Paraguay, junto a Uruguay, es actualmente miembro observador de la Alianza del Pacífico, circunstancia tal vez propicia para que en unidad de gestión con la república oriental se constituyan en emisarios oficiales del MERCOSUR, ya en el marco de las conversaciones preliminares tendientes a estipular lo que en cifras globales sería el mayor concierto comercial en la historia de América Latina.
En lo que a nuestro país atañe, la mediterraneidad es un desventajoso factor que Chile, y también Perú, plantean mitigar proponiendo la salida al océano Pacífico a través de sus puertos marítimos, muestras patentes de buena voluntad de esos Estados amigos que podrían transformarse en pujante realidad de consumarse el compromiso interbloques.
Es factible, lógico y legítimo, asimismo, que Paraguay, por su menor índice de desarrollo y su natural dependencia geográfica, se acoja a un tratamiento preferencial en materia de oferta exportable y radicación de capitales dirigidos a la producción, incluso hasta se podría establecer un régimen de excepción, un procedimiento diferenciado integral, cláusula mediante, para atenuar asimetrías y competir así en condiciones, sino paritarias, por lo poco más favorables.
Exhortamos a las autoridades locales de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Industria y Comercio, organismos natos del Consejo Mercado Común (CMC), tomar la iniciativa y contactar con sus pares del MERCOSUR para en equipo responder con señales positivas a la determinación de los cancilleres de la Alianza del Pacífico.-
Junio de 2014
Parlamentario ALFONSO GONZÁLEZ NÚÑEZ
Presidente de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR