El fallecimiento del máximo líder del socialismo bolivariano, Hugo Chávez, abre un abanico de escenarios políticos virtuales en Latinoamérica, en la UNASUR y en el propio MERCOSUR, bloque al que aspira ingresar Venezuela en calidad de miembro pleno y para lo cual todavía debe cumplimentar algunos requisitos legales obligatorios contemplados en el Tratado de Asunción y Protocolos Adicionales.
La Presidencia de Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, al tiempo de expresar sus sentidas condolencias a la familia, allegados personales y al pueblo de la República de Venezuela por la irreparable pérdida, apuesta porque el nuevo gobierno que surja en ese país por mandato popular emergente de las urnas, presumiblemente en el mes de abril entrante, prologue su gestión gubernativa a nivel de relaciones internacionales revisando y componiendo el enfoque jurídico y la posición política que generaron una serie de disidencias y obstáculos en la interacción con nuestro país, principalmente.
Entendemos que el ingreso de la nación caribeña a la alianza regional que conformamos hoy junto a Argentina, Brasil y Uruguay, se encuadra dentro del supremo ideal de construir un MERCOSUR ampliado con la concurrencia de todos los países que constituyen la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), a la par que contribuirá a levantar la alicaída imagen que el bloque proyecta al exterior actualmente por efecto de incomprensiones que, hay que afirmarlo, podrán zanjarse satisfactoriamente para los Estados Partes una vez se ponga de manifiesto la buena voluntad y la mejor predisposición para continuar avanzando hacia las metas previstas hace 22 años.
Confiamos que los organismos multilaterales de observación electoral y promoción de los derechos humanos acompañarán en terreno los comicios presidenciales en Venezuela, de modo a conferir credibilidad y limpidez al evento en que se decidirá el futuro de la patria de Simón Bolívar para los siguientes 6 años. Además, las autoridades locales competentes sabrán garantizar la participación plena de candidatos y electores, sin discriminaciones ni limitaciones excepto las impuestas taxativamente por la ley.
Eso sí, fuere el representante del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) o algún postulante de la oposición quien triunfe, aguardamos con prudente optimismo el cierre de un capítulo de magras y exiguas venturas para, de inmediato, inaugurar una promisoria página donde prevalezca la majestad de las normas supranacionales, el entendimiento fecundo, se restituya la capacidad de consensuar y se convenga en formular impostergables renunciamientos en aras de edificar y fortalecer ese espacio comunitario insustituible para erigir una sociedad de desarrollo colectivo en todas las áreas del quehacer humano en territorio sudamericano.
Instamos al gobierno nacional que, tras la proclamación y asunción de la nueva administración en Venezuela, inicie los contactos oficiales con sus colegas del MERCOSUR para acordar la agenda de la venidera reunión del Consejo Mercado Común (CMC) y Cumbre de Jefes y Jefas de Estado a realizarse en junio, ocasión en que los puntos más importantes a tratar constituyen el levantamiento de la suspensión que pesa sobre Paraguay, en primer término; la definición de la solicitud de incorporación de Venezuela como Estado Parte con similares compromisos y derechos que los socios fundadores, y el pendiente estudio del Protocolo de Adhesión de Bolivia, ítems que tendrán que despacharse con las formalidades del caso para retomar la normalidad institucional temporalmente paralizada a mediados de 2012.
En lo atinente a la UNASUR, sugerimos al Ejecutivo compatriota otorgue a sus delegados el correspondiente reconocimiento diplomático para el eficaz cumplimiento de su misión de observación electoral en el país, en una muestra de incluyente espíritu de apertura y de amistad sincera y estable, que, suponemos, será compensada adecuadamente con el reintegro de Paraguay a la Unión, visto el clima pacífico y de respeto a las instituciones republicanas con que se verifican las campañas proselitistas, de cara a las elecciones del 21 de abril.
Finalmente, esta Delegación declara su ferviente deseo de erradicar del continente sudamericano las agotadoras y nada redituables rencillas ideológicas que ningún aporte brindan al ideal de solidaria cooperación integral, cediendo lugar, en propicia contrapartida, a los esfuerzos sostenidos y compartidos de crecimiento y prosperidad que aventajan las filiaciones políticas y las enseñas partidarias, atendiendo que la felicidad del hombre libre es inmanente a su naturaleza original y se halla emancipada de cepos filosóficos y de escuelas de pensamiento, doctrinas o dogmas creadas para proporcionar alternativas de convivencia civilizada a los individuos en sociedad.-
Marzo de 2013
Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NÚÑEZ
Presidente
Delegación Paraguay Parlasur