La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, con antelación de semanas, denuncia ante la comunidad nacional, de la región y el mundo, que el próximo 31 de julio del año en curso será puesto en escena el tercer y último episodio de la apostasía gestada por Cristina de Kirchner, Dilma Rousseff y José Mújica, que en oportunidad de la pasada cumbre de Jefes de Estados resolvieron caprichosamente suspender a nuestro país del bloque, para cual jugarreta subsecuente acomodar la entrada de Venezuela apelando a este clandestino atajo.
Tras la arbitraria decisión de separar a nuestro país, los presidentes complotados, vía comunicado conjunto, “se congratularon por el ingreso de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR”, convocando a una cumbre extraordinaria a celebrarse en la fecha señalada en la ciudad de Río de Janeiro, donde proclamarán la “admisión oficial” del citado país caribeño, con la ausencia del cuarto Estado Parte y miembro pleno, la República del Paraguay.
Semejante aberración que decapita el ordenamiento jurídico internacional que regula la relación entre naciones soberanas agrupadas en alianzas, se materializará en flagrante y libertina violación de las diferentes normativas que rigen el funcionamiento institucional del MERCOSUR, cuya degradación y exposición al menosprecio público se consumará en la antigua capital del imperio brasileño.
Circunscribiéndonos a las reglamentaciones que sistematizan las acciones de la unión, el Tratado de Asunción, ley matriz del MERCOSUR, establece en su Art. 20 que la adhesión de los demás países de la Asociación Latinoamericana de Integración será aprobada por decisión unánime de los Estados Partes. Y Paraguay, de pleno derecho, sigue siendo Estado Parte, visto que la suspensión temporal no supone la ´pérdida de ese status.
En tanto, el Art. 37 del Protocolo de Ouro Preto estipula que las decisiones de los órganos del MERCOSUR serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados Partes.
Para rematar, el Art. 12 del Protocolo de Adhesión de Venezuela al MERCOSUR textualmente prescribe en su párrafo inicial: “El presente Protocolo, instrumento adicional al Tratado de Asunción, entrará en vigencia al trigésimo día de la fecha de depósito del quinto instrumento de ratificación”.
Y el quinto instrumento de ratificación consiste, lisa y llanamente, en la pendiente aprobación del Congreso paraguayo, que así como desenvuelven los acontecimientos en la zona, es un hecho incontrastable que impugnará formalmente la incorporación de Venezuela mientras perdure en esa hermana nación el régimen opresivo e intervencionista de Hugo Chaves y persista la delirante sanción impuesta a nuestra patria por sus inflamados consocios.
Prosiguiendo, la sección siguiente del mencionado apartado determina literalmente: “La República del Paraguay será depositaria del presente Protocolo y de los instrumentos de ratificación y notificará a las Partes la fecha de los depósitos de esos instrumentos”.
En términos más comprensibles para los obtusos primeros mandatarios del MERCOSUR, el Art. 12 del Protocolo de Adhesión, para su aplicación, demanda una urgente modificación, de manera a sustituir a la nación depositaria que, a la par, tiene el compromiso de la notificación, doble mandato otorgado a Paraguay, que única y exclusivamente podrá ser revocado con presencia y anuencia de nuestro país. Nitidez concluyente, no sujeta a hermenéutica fraudulenta.
En síntesis, por más que la farsa montada anuncie la admisión oficial, lo real e irrevocable es que el documento emergente de ese acto carecerá de toda validez, será absolutamente nulo, y Venezuela conservará inalterable a los efectos legales su condición actual de Estado en proceso de adhesión, categoría que data del 4 de julio de 2006, y solo podrá ser transformado con presencia y anuencia de Paraguay.
En simultáneo, es cuasi generalizada la repulsa de la colectividad internacional por la ladina manipulación del contexto regional obrada por Argentina, Brasil y Uruguay, que exprimiendo rastreramente la destitución constitucional del señor Fernando Lugo, fraguaron, a continuación, la segunda estocada homicida al MERCOSUR, la acogida de Venezuela atacando a discreción y con total impunidad leyes, estatutos, convenios y el mismo Contrato Social que define los patrones universales de coexistencia civilizada entre individuos pensantes.-
Julio de 2012
Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NÚÑEZ
Presidente