La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR saluda con beneplácito la asunción del nuevo gobierno nacional encabezado por el doctor Federico Franco, y aguarda con optimismo que esta etapa transitoria que culminará el 15 de agosto de 2013, constituya el punto de partida que revierta las postergadas transformaciones que en todos los órdenes del quehacer colectivo anhela el pueblo paraguayo.
En torno al Juicio Político entablado al presidente Fernando Lugo, el Congreso de la Nación ha actuado a conciencia, conteste a sus atribuciones constitucionales, acatando con patente rigor jurídico las normas del Debido Proceso estipulados en la legislación matriz, resolviendo por amplísima mayoría de sus miembros la deposición del primer mandatario.
En una Democracia Representativa, como la nuestra, el Congreso es el más elevado foro político de representación popular y en virtud de esa potestad recoge, procesa y ejecuta el pensamiento de la ciudadanía organizada cuya voluntad se manifiesta por conducto de sus respectivos gremios y corporaciones, siendo la prensa independiente la vía universal de transmisión oral, escrita y televisiva de las inquietudes y opiniones de la población.
En ese contexto, significamos a propios y extraños, particularmente a estos últimos, que 115 parlamentarios de los diferentes Partidos Políticos, de un pleno de 125, o sea el 92%, inclinaron sus votos hacia la separación del cargo del ex Jefe de Estado, y solo 1 diputado y 4 senadores, que suman 5, se opusieron a esa aplastante mayoría, registrándose 2 ausencias en el Senado y 3 en la Cámara Baja, todas faltas justificadas y en nada relacionadas con el asunto abordado.
En puridad, esas 5 ausencias debidamente justificadas no son computables, por tanto, y en tributo a la verdad de los hechos, un 95.8% de los miembros del Congreso optaron por la destitución del Sr. Lugo.
Estas contundentes cifras reflejan inequívocamente el sentir de los genuinos custodios del mandato del pueblo que una encrucijada compleja y en extremo violenta de la historia patria, acudieron prestamente a rescatar a la República de la zozobra inminente en las tenebrosas y nauseabundas aguas de la intolerancia dogmatica.
Sin ánimo alguno de hacer leña del árbol caído, lo real e irrefutable es que el conciudadano Lugo incurrió en una sucesión crónica de inconcebibles y recurrentes deslices, anormalidades y negligencias en casi cuatro años de gestión, defraudando groseramente la esperanza y las expectativas de un importante sector del electorado que el 20 de abril de 2008 le había confiado a través del veredicto de las urnas las riendas del poder político, misión que deshonró sin intervalos a lo largo de su estadía al frente del Ejecutivo.
A la comunidad internacional, y muy especialmente a los mandatarios del MERCOSUR y la UNASUR, la Delegación Paraguaya en el Parlamento del Mercosur les expresa un categórico desmentido respecto a lo acontecido en el país los días jueves y viernes, rechazando enfáticamente que en el Paraguay se haya perpetrado un “golpe de estado” y un atropello a las instituciones de la democracia, tal cual lo exteriorizaran con irresponsable liviandad determinados Jefes de Estados y cancilleres del cono sur de las Américas.
A las señoras/es presidentas/es de Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia, específicamente, les instamos a que examinen los sucesos bajo la lupa de la ecuanimidad, excluyendo de sus razonamientos cualquier componente subjetivo que empañe la neutralidad de la dialéctica jurídica, de modo a evitar desinformaciones interesadas y premeditadas que denigren la reputación de la clase política local que ha brindado fehacientes pruebas de sometimiento a la ley fundamental en vigor.
Una cabal demostración de la veracidad de lo expuesto es la sensata actitud del Sr. Lugo que en todo momento, mientras se sustanciaba el Juicio Político, ha cooperado abiertamente con el proceso en marcha convocando a la pacificación de los espíritus y exhortando a sus adherentes a eludir todo tipo de desmanes en las calles y sitios públicos.
Relativo a las supuestas sanciones que aplicarían al Paraguay, les ilustramos a los líderes sudamericanos de las alianzas multilaterales que tanto el Protocolo de Montevideo sobre Compromiso con la Democracia en el MERCOSUR (Ushuaia II), y su símil, el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de UNASUR sobre Compromiso con la Democracia, no han sido aprobados por el Congreso paraguayo, razón por la que no integran el Derecho Positivo nacional, es decir, no forman parte del ordenamiento legal interno.
De buena fe sugerimos a los dignatarios de ambas entidades mencionadas a que eludan precipitarse al planear escarmentar al Paraguay en virtud a instrumentos legales que no rigen en nuestro país, como es el caso de las citadas Actas del MERCOSUR y la UNASUR. Absurda petulancia el pretender imponer castigos fundados en leyes o reglamentos ajenos al sujeto imputado. Nulidad absoluta e insanable.
Par finalizar, en homenaje a la concordia que debe reinar invariablemente entre los pueblos hermanos y gobiernos amigos del continente americano, solicitamos a los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay a que en la próxima reunión cumbre del Mercado Común del Sur, a celebrarse en la ciudad de Mendoza, el jueves 28 venidero, otorguen el correspondiente plácet político al nuevo gobierno paraguayo.
Será un acto de estricta justicia, libre de pasiones tendenciosas.-
Junio de 2012
Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NÚÑEZ
Presidente Delegación Paraguaya en PARLASUR