La XXI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados y de Gobierno, a celebrarse en nuestra ciudad capital los días 28 y 29 del presente mes de octubre, es una ocasión excepcional para que el presidente Fernando Lugo revele explícitamente ante sus colegas de Latinoamérica, España y Portugal, la multitud de iniquidades, abusos e ignominias que arrastra el Mercado Común del Sur desde hace dos decenios, a raíz del temperamento insensible de los Ejecutivos de Argentina y Brasil, cuyo blanco favorito es el Paraguay, dado su condición de país sin litoral marítimo.
En nombre y representación de su soberano mandante, el Pueblo Paraguayo, la Presidencia de la Delegación de Paraguay ante el Parlamento del MERCOSUR insta al titular del Ejecutivo compatriota a que por su intermedio se avance un estadio más en la acérrima batalla cívica por reivindicar los derechos y legítimos intereses de la nacionalidad, cobarde y alevosamente conculcados por la élite política de los socios mayores.
Ya en su momento, la prensa local se hizo eco de las preocupaciones y denuncias de esta Delegación por el sinnúmero de provocaciones y desaires infligidos al Paraguay, arbitrariedades que forzosamente debe digerir una impotente sociedad huérfana de las herramientas para revertir este infausto y prolongado statu quo elucubrado por los calumniadores de hecho y de derecho de la integración regional.
Si bien estas denuncias no forman parte de la agenda oficial de asuntos a debatirse en esa cita anual de primeros mandatarios, lo irrebatible es que la fraternidad, la solidaridad y la cooperación son los estribos que sostienen la vigencia de todo cónclave internacional que aglutina a los modernos Estados independientes, más todavía tratándose de naciones que comparten un origen común, razón por la que la injuria porfiada a esos tres preceptos de dimensión mundial, de oficio debe ser cuestión obligada de la Cumbre.
El tema principal de las deliberaciones, Transformación de Estado y Desarrollo, es altamente sugerente visto que enfoca aspectos esenciales que hacen a la evolución de las instituciones de la democracia y a los procesos de construcción de bienestar colectivo, tópicos indisolublemente ligados al paradigma de globalización adoptado por el mundo contemporáneo.
Esta Delegación, custodio y portavoz de las esperanzas de la nación, aguarda que la referida cumbre de gobernantes sortee el umbral del mero protocolo social, atiborrado de sonrisas, abrazos y guiños amistosos de cara a las cámaras televisivas y fotográficas que catapulten a los protagonistas centrales a los feudos de la posteridad.
Aboga, eso sí, porque las proverbiales declaraciones y conocidas recomendaciones se subordinen a un más compacto y riguroso sentido de compromiso para con las estrecheces y menosprecios que experimentan los Estados pequeños, no precisamente por su reducida superficie territorial sino por su inferior crecimiento económico y restringidas potencialidades.
En consecuencia, la Delegación Paraguaya ante el Parlamento del Mercosur exige vehementemente al Presidente de la República, a que tome la iniciativa y manifieste con firmeza ante sus pares Jefes de Estado de Iberoamérica, la mortificante situación de un MERCOSUR hipócrita, plagado de atropellos y malestares como consecuencia de las actitudes de nuestros vecinos y socios mayores del Bloque regional.
SEÑOR PRESIDENTE, ES HORA DE ACTUAR CON VALOR Y CORAJE Y TERMINAR DE UNA BUENA VEZ LA ACTITUD DE PUSILANIMIDAD.
Octubre de 2011
Parlamentario ALFONSO GONZALEZ NUÑEZ
Presidente
Delegación de Paraguay
Parlamento del MERCOSUR