La Delegación Paraguaya del Parlamento del Mercosur, en el ejercicio de sus facultades institucionales, manifiesta su grave preocupación por las intenciones de autoridades nacionales y provinciales de la hermana República Argentina de instalar en el territorio de la Provincia de Formosa presumiblemente en las proximidades del Río Paraguay una central nuclear, que de concretarse, constituirá una grave amenaza a la salud de la gente y al ecosistema circundante por los riesgos que implican una fuente energética de estas características.
Es cierto que el mundo se desarrolla en una dinámica irrefrenable que avanza sin contemplaciones, que el planeta hoy está estructurado de tal forma que no es posible pensar éste desarrollo sin la instalación de nuevas fuentes de energía capaces de enfrentar los retos de una globalizada producción y consumo de bienes y de una sensible disminución y alteración de los recursos naturales.
También es cierto, que la energía atómica es la más limpia en principio, siempre que no sucedan los accidentes que disparan sus consecuencias letales, pero su implantación exige una elevada responsabilidad en torno a las medidas de seguridad y protección que han de tenerse en cuenta no sólo en la construcción de las plantas sino fundamentalmente en la localización de las mismas, que deben ser erigidas alejadas de importantes núcleos poblacionales y de recursos hídricos, para atenuar severamente los alcances de eventuales riesgos.
La preocupación de la Delegación Paraguaya del Parlamento del Mercosur se extiende no sólo al proyecto a tramitarse en la Provincia de Formosa sino a la centrales nucleares instaladas en la Argentina (Atucha I y Atucha II) y en el Brasil (Angra I y Angra II) que por encontrarse en operación efectiva deben ser analizadas e investigadas en referencia a los parámetros de seguridad que la comunidad internacional (Comisión de Energía Atómica de Naciones Unidas) hoy exige con vehemencia y determinación, a tal punto, que algunos de los países centrales del planeta han suspendido proyectos de nuevas instalaciones nucleares o han declarado fuera de servicio aquellas muy antiguas que no soportarían las consecuencias de fallas o accidentes de imprevisibles efectos.
Fukushima 1 en Japón, Chernobyl en Ucrania, son pruebas concluyentes de la tragedia sin límites, de la alarma y la desesperación internacional, que indican en concreto que la catástrofe no es una hipótesis y la ruina individual y colectiva una predicción no comprobada en la realidad.
Nuestra aprensión y los temores que denunciamos también tienen un sustento en las expresiones del compatriota mercosureño y prestigioso biólogo ambientalista Raúl Montenegro, profesor titular de la Universidad Nacional de Córdoba, quien junto a colegas suyos y especialistas del área prologaron una campaña conducente a advertir a las autoridades y población argentinas acerca del tremendo peligro que encarna tanto para la nación rioplatense como para el Paraguay el estacionar un reactor nuclear en tierras formoseñas. "Es como si estuviera instalado en el propio Paraguay", fueron sus tajantes declaraciones a la prensa.
Es importante manifestar que nuestra fundada preocupación es compartida por amplios segmentos de la sociedad formoseña que en férrea resistencia se opone al emplazamiento del reactor nuclear en su geografía. O es que los apreciados conciudadanos de Formosa son renuentes al progreso? Ningún ser civilizado se opondrá jamás a la acción de los factores que forjan prosperidad integral, excepto si el desarrollo viene acompañado de potenciales tribulaciones emanadas de la agresión inclemente e insensata a la madre naturaleza que nos cobija, pese a la matricida conducta del individuo pensante.
La Delegación Paraguaya del Parlamento del Mercosur fundada en el artículo 3 numeral 4 del Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur manifiesta su plena convicción en la instalación de un debate reflexivo y desapasionado que inste a los Estados Parte a la adopción de todas las medidas que aseguren a nuestros pueblos una calidad de vida segura y protegida de las amenazas que peligrosamente se ciernen sobre sus territorios.
Parlamentario Alfonso González Núñez
Presidente
Delegación Paraguay