Opinión Parlamentaria (20/03/2025). La integración fronteriza en el MERCOSUR es esencial para el desarrollo económico y social de la región. Sin embargo, los desafíos en logística, infraestructura, libre circulación de personas y derechos humanos aún dificultan un avance más efectivo. Ante un escenario geopolítico dinámico, especialmente con acuerdos como el de la Unión Europea-MERCOSUR, la necesidad de cooperación y modernización de los mecanismos de integración se vuelve cada vez más evidente.
La infraestructura deficitaria y los cuellos de botella logísticos limitan la competitividad del MERCOSUR. Mientras que la Unión Europea ha consolidado una red de transporte eficiente, los países sudamericanos aún enfrentan carreteras en mal estado, falta de integración ferroviaria y burocracia aduanera. La excesiva dependencia del transporte por carretera encarece los costos y reduce la eficiencia del comercio intrarregional. Para superar estas barreras, es fundamental invertir en infraestructura multimodal, digitalización de los procesos aduaneros y armonización regulatoria. Solo con una planificación conjunta y financiamiento adecuado será posible crear una red eficiente que impulse el desarrollo económico y reduzca desigualdades.
La integración fronteriza debe considerar no solo factores económicos, sino también la protección de los derechos humanos. Trabajadores transfronterizos, refugiados y comunidades indígenas enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos como salud y educación. Si bien el MERCOSUR ha avanzado en normativas para garantizar los derechos de los migrantes, su implementación sigue siendo desigual entre los países. La formalización del trabajo, el combate a la explotación laboral y la inclusión social de las poblaciones vulnerables son fundamentales para lograr una integración más justa y efectiva.
El futuro de la integración fronteriza en el MERCOSUR está estrechamente ligado al contexto geopolítico global. La negociación del acuerdo MERCOSUR-Unión Europea resalta la necesidad de fortalecer la infraestructura y armonizar normas para facilitar el comercio. Sin embargo, los obstáculos políticos y económicos siguen retrasando su ratificación, lo que subraya la urgencia de una estrategia regional integrada, en la cual el PARLASUR tiene un papel crucial!
