Estrategias conjuntas en el MERCOSUR para el fortalecimiento de acciones para enfrentar la crisis de la pandemia del COVID-19

Opinión Parlamentaria. (07/07/2020). Artículo de opinión del Parlamentario Alejandro Karlen referente al proyecto presentado para la promoción de un Programa de Entrenamiento de Enfermos Recuperados de COVID-19, que se complementa con la creación de una Fuerza Laboral Internacional Regional de atención médica y la provisión de Equipos de Ionización de Plasma Frío para quirófanos, hospitales y grandes industrias. Este proyecto es parte de un enfoque global en relación a la pandemia. 

Resulta imprescindible, en el contexto sanitario, que los distintos países del MERCOSUR establezcan políticas comunes en materia de salud a partir de considerarlo como la política de Estado más importante a nivel regional.

Nuestro proyecto, va más allá de la coyuntura, de la crisis sanitaria en nuestra región, sino que es una respuesta estratégica. De esta manera podemos impulsar el trabajo técnico con este fin, como un eje vertebral.La puesta en marcha de estos dispositivosson importante e indispensables y es una respuesta para estar presentesen una región que alberga a más de 350 millones depersonas.

Nuestra realidad nos muestra como la pandemia causada por el COVID-19 no respeta fronteras, requiriendo una coordinación regional eficiente y permanente, sustentada en buenas prácticas basadas en evidencia científica y en directrices y lineamientos emanados de organizaciones competentes.

El Tratado de Asunción establece el compromiso de alcanzar la coordinación, en la región cómo forma de generar espacios de concertación regional multisectoriales, que aborden esta problemática con perspectiva estratégica y solidaria, colocando la ciudadanía en el centro de los esfuerzos colectivos.

Nuestro bloque busca conformar, un proceso de integración que no sólo incluye cuestiones comerciales sino también aspectos sociales, culturales, migratorios y laborales entre otros. Este es el sentido de la propuesta es una respuesta al actual escenario de pandemia que vive el mundo y la región, interpela fuertemente la necesidad de pensar planes de contingencia, e interrogafuertemente mente los dispositivos existentes en el Estado y la sociedad para afrontar esta situación.

Los últimos datos de la región nos están indicando que la implementación de este tipo de medidas son compatibles con establecer un marco actual a la política de salud de un organismo multinacional, como el MERCOSUR, soslayando la variadas medidas multilaterales e individuales que se vienen llevando a cabo en el mismo marco de la pandemia.

El acelerado aumento de los casos de COVID-19 en Sudamérica, nos obliga a tomar medidas urgentes ya que está convirtiendo a la región en el "nuevo epicentro" de la pandemia del nuevo coronavirus, donde los casos de COVID-19 en América Latina superan los 2,7 millones en la medida que tambalean los sistemas de salud. Conocemos las razones históricas y el gran impacto del COVID-19 en la región:los altos niveles de desigualdad, la vasta economía de los trabajadores informales, la falta de saneamiento en barrios marginales urbanos abarrotados, así como la lentitud y la desigual respuesta de los gobiernos.

El gran golpe del coronavirus en América Latina probablemente dejará profundos efectos. El Banco Mundial sostiene que más de 50 millones de personas verán que sus ingresos caerán por debajo del umbral de pobreza de US$ 5,50 diarios y economistas temen que el daño económico pueda estar a la par con la “década perdida” de los años ochenta. Pensando en que la profunda recesión que va atravesar y achicar la economía de la región en una décima parte este año, la inversión necesaria en salud pública puede no materializarse.

En las dos décadas hasta 2015, muchos países latinoamericanos invirtieron en salud pública a medida que sus economías crecieron. Hubo éxito en la reducción de la mortalidad infantil y latuberculosis, por ejemplo. Los últimos datos en la última semana de junio, las muertes por coronavirus promediaron más de 2.000 por día en América Latina y el Caribe, la mitad de todas las muertes registradas en todo elmundo, según nuestro recuento en datos de la OMS.

Al enumerar el contenido de la propuesta planteamos la promoción de un programa de Capacitación y entrenamiento para "Sobrevivientes de COVID-19 y convertirlos en trabajadores o voluntarios de la salud", así como los antecedentes de la Ionización de Plasma Friocomo una tecnología consolidada, pues hasta la amenaza, está registrada y documentada en el “Manual de Prevención y Tratamiento del COVID19”, fuente internacional reconocida ,como la primera medida y más efectiva para la esterilización del aire y superficies en contacto, editado el 18 de Marzo de 2020 por el Primer Hospital Afiliado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Zhejiang, China.

Esta es la única tecnología probada en situación real de esta pandemia. Capaz de proteger a los trabajadores y clientes dentro de los edificios, siendo totalmente compatible con la vida, sin limitación de horas de exposición y perfectamente capaz de actuar como una medida de protección colectiva, obligatoria en todo caso antes que cualquier medida individual.

Otras de las propuestas, la creacióndel Cuerpo Médico regional del MERCOSUR es una unidad propuesta para ofrecer asistencia sanitaria rápida y conocimientos especializados en materia de salud pública de todos los Estados miembros del MERCOSUR y de los Estados participantes en caso de emergencia sanitaria. El Cuerpo agruparía todas las capacidades de respuesta médica que los Estados miembros han destinado. Las capacidades médicas disponibles a través de esta reserva de recursos y las capacidades de respuesta de otros Estados miembros pueden utilizarse para responder a una petición de asistencia en la región. Sin duda es una propuesta como reacción a la gran escasez de equipos médicos cualificados durante esta crisis del coronavirus y es una respuesta sudamericana efectiva en esta emergencia sanitaria regional en el marco del Mecanismo de Protección Civil para todas las ciudadanías del MERCOSUR.

Sin dejar de lado las enormes dificultades, el MERCOSUR encuentra en esta crisis una imprevista oportunidad de afianzar lazos y trabajos en conjunto con el fin de contribuir a controlar la pandemia y ayudar a sus 350 millones de habitantes.

Trabajamos para establecer recetas predeterminadas para avanzar en el logro de una salud para todos quebrando las inequidades en salud que aún persisten entre los países y al interior de los mismos. Por eso el SGT 11 Salud es uno de los grupos de trabajo del Grupo del Mercado Común (GMC), órgano ejecutivo del Consejo del Mercado Común (CMC), creado por la Resolución nº 151/96. Entre sus funciones se destacan la de armonizar legislaciones y directrices, promover la cooperación técnica y coordinar las acciones necesarias del proceso de integración entre los Estados Partesen el área de salud y definir el relacionamiento del SGT Nº 11 "Salud" con las demás instancias de MERCOSUR, procurando la integración y complementación de acciones.

Desde el MERCOSUR vemos a la salud como un tema debía ser abordado a nivel regional y desde una doble perspectiva: por un lado, en estrecha relación con la armonización de políticas y la eliminación de aquellas regulaciones y normas nacionales que resultaren contradictorias o conflictivas, dentro de lo cual la salud destacó requiere la coordinación, al nivel de MERCOSUR, de políticas nacionales sectoriales.

El coronavirus nos ofrece yo algo más que una oportunidad para la cooperación en América Latina y exige buscar respuestas regionales a esta pandemia global, y profundizar así en la cooperación en salud para una región que ha cosechado importantes antecedentes y logros, incluyendo entre otros, el Organismo Andino de Salud Convenio Hipólito Unanue y la Organización Panamericana de la Salud.

Esto requiere, de dos fuerzas dinamizadoras claves: la cooperación política y técnica. Esto esbásico para atender la crisis de salud pública, en estos momento fatídicos, para mitigar sus consecuencias económicas y sociales.