Opinión Parlamentaria (25/03/2019). El próximo 22 de marzo se realizará en Chile un encuentro de Jefes de Estado de la región con el objetivo de terminar con la Unasur y promover una iniciativa que se llamaría PROSUR. Esta nueva propuesta regional se trata de un proyecto improvisado del Presidente de Chile sin un trabajo serio y conjunto de los gobiernos y diplomacias de los distintos países.
UNASUR se creó finalmente en el año 2008 cuando los países de América del Sur formalizaron su funcionamiento y Estatuto. Tuvo la virtud de ser un mecanismo de integración que facilitó el diálogo político y solución de controversias, cumpliendo así alguna de las funciones que hasta entonces habían llevado adelante el grupo de Río y la Comunidad Suraméricana de Naciones. Cabe recordar que el primer Secretario General de la UNASUR fue nuestro compañero y ex Presidente de la Nación Néstor Kirchner.
La UNASUR jugó un papel central en la resolución pacífica de numerosas crisis: las tensiones separatistas en Bolivia en año 2008, la rebelión policial en Ecuador en el 2010, las tensiones militares en la frontera de Colombia y Venezuela, entre otros.
En el marco de la UNASUR se lograron importantes avances en el proceso de integración, destacándose los alcanzados en el área de Infraestructura (IIRSA), Salud y Defensa con el funcionamiento de Consejo Suramericano de Defensa.
Los cambios políticos en la región y la grave crisis por la que atraviesa Venezuela han llevado a una virtual parálisis del organismo y a un retroceso en el proceso de integración. No es ajena a esta actual situación la actuación del Presidente Macri durante la Presidencia Pro Tempore de la UNASUR.
En el actual contexto regional resulta necesario contar con instituciones y mecanismos que puedan colaborar de manera conjunta y coordinada a favor de una solución pacifica. La UNASUR fue concebida como un mecanismo de coordinación política que garantizara la paz, la estabilidad democrática y la integración de la región. Si se pretende recuperar esos principios es necesario mantener un intenso y persistente diálogo político y construir más y mejor institucionalidad. No es precisamente vaciándola UNASUR y proclamando la creación de un difuso PROSUR que se alcanzarán tales objetivos.
Resulta necesario que todas las fuerzas democráticas tanto a nivel nacional como regional condenemos cualquier intento de injerencia externa y de uso de la fuerza en la región. La Argentina en materia de política exterior debe retomar su mejor tradición diplomática latinoamericana basada en las doctrinas Drago y Estrada.
Finalmente, como Partido Justicialista sostenemos la vigencia del pensamiento del General Perón en relación a la soberanía de los pueblos y la integración regional. Es por eso que queremos manifestar nuestro profundo desacuerdo con la iniciativa de PROSUR, a la que consideramos un retroceso en el proceso de integración regional.
Por Jorge Taiana
Legislador del PARLASUR, ex Canciller.