Opinión Parlamentaria (20/11/2017) - Una investigación periodística de un matutino capitalino revela que el cauce principal del río Pilcomayo retrocedió 7 Kms., o sea 7.000 metros, un fenómeno insólito que de no tomarse a tiempo las medidas acertadas para subsanarlo iría progresando gradualmente hasta sus mismas fuentes en territorio de Bolivia, arrojando como nefasto resultado la extinción del torrente que riega extensas comarcas de Argentina, Paraguay y el citado país del Altiplano.
Revertir ese aciago panorama desafía la creatividad de los Estados nacionales involucrados y del hombre emprendedor que reside y produce en la zona, atendiendo que las características sui generis del Pilcomayo ponen en constante zozobra el inmenso medio ambiente circundante, que debido a las periódicas sequías derivadas de la colmatación de la corriente hídrica transforma la zona en un erial, con las punzantes secuelas del exterminio de la fauna terrestre, acuática y aérea, la consunción de la flora, el desarraigo forzoso y las mega millonarios pérdidas soportadas por el rubro ganadero, especialmente.
Varias especies de aves y los propios pobladores de la región damnificada, que incluye parcialidades indígenas, apremiados por la fatalidad adoptan un régimen de vida nómada, errando de un sitio a otro hasta tanto se restablezcan las condiciones normales en su hábitat, aunque hablar de “condiciones normales” deviene en quimera, dado que determinados perjuicios ocasionados por el agotamiento de las aguas son ciertamente irreparables.
El Pilcomayo, como afluente del río Paraguay, pertenece a la Cuenca del Plata, y la Cuenca del Plata es propiedad del MERCOSUR, vasta geografía por donde discurre la majestuosa hidrovía Paraguay/Paraná, senda fluvial vital e infalible para el desarrollo del comercio internacional del bloque sudamericano, motivo mayúsculo para que los Estados miembros en pleno participen activamente no solo en la recuperación y rescate del Pilcomayo sino de todas aquellos cauces en situación de peligro que nutren esa biosfera hidrográfica de más de 3 millones de kms. cuadrados.
Por tanto, la Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR, exige se declare Emergencia Ecológica en la Cuenca del Río Pilcomayo, y exhorta al Consejo Mercado Común atienda esta problemática, reuniendo voluntades y empeños, trabajando coordinadamente en equipo, originando soluciones propicias y permanentes para un espacio compartido tan castigado por las inclemencias de la naturaleza. Siendo, pero susceptible de preservación toda vez que se asuman las idóneas previsiones técnicas hasta hoy esquivas a raíz de la inoperancia y desidia culpable de los organismos competentes, léase Comisión Nacional del Pilcomayo, Ministerio de Obras públicas y Comunicaciones, y demás instituciones, en lo atinente al cupo de falencias locales.
Parlamentario Alfonso González Núñez