Por el Parlamentario Alfonso González Núñez, Presidente de la Delegación de Paraguay.
Opinión Parlamentaria (24/10/17). En momentos en que se trabaja intensamente por reducir al mínimo las barreras arancelarias entre los Estados miembros del MERCOSUR, el gobierno argentino, a través de la acción conjunta de la Dirección General de Aduanas (DGA) y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), reflota la añosa y disociadora práctica de imponer obstáculos al libre tránsito en fronteras, aplicando unilateralmente tasas extraordinarias al servicio de balsas por el Río Paraguay entre Puerto Cano y la ciudad de Pilar, los días sábados, domingos y feriados.
Extraña sobremanera que siendo justamente la administración argentina antagonista declarada del proteccionismo, propulsora de la eliminación de las restricciones al comercio internacional, y favorecedora de la libre movilidad por la zona compartida, asuma ahora actitudes por completa opuestas a su discurso gubernativo e ideal político de una integración regional óptima.
La arbitraria medida, dictada el pasado 12 de los corrientes, que cobra vigencia a partir del sábado 21 último, suspende temporalmente dicha prestación los días inhábiles, salvo que se abonen recargos y sobreprecios, invocando a modo de justificación “los altos costos de esa modalidad administrativa”, contraviniendo con flagrancia los términos del Protocolo de Recife de 1997, que expresamente establece que el referido servicio debe ser proporcionado las 24 horas del día durante los 365 días del año
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR rechaza con firmeza esa disposición y exhorta al Ejecutivo de Buenos Aires a derogar tal medida a la brevedad, por atentar directamente contra los esfuerzos colectivos y los dificultosos logros del bloque en materia de libre circulación integral por los territorios asociados, tal cual prescribe el Art. 1 del continuamente vejado Tratado de Asunción.
