La decisión unilateral e inconsulta del gobierno de Venezuela de proclamar a su país como sucesor de Uruguay en la presidencia Pro témpore del Consejo Mercado Común (CMC), es una maniobra imprudente y carente de autenticidad fundado en la ausencia del imprescindible consenso, cuyo traspaso de la dignidad semestral se realiza en oportunidad de la reunión cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR, cita desierta ya que no fue convocada en su momento por el Ejecutivo charrúa.
Ciertamente el Art. 12 del Tratado de Asunción al igual que el Art.5 del Protocolo de Ouro Preto estipulan que “la Presidencia del CMC se ejercerá por rotación de los Estados Partes y en orden alfabético, por periodos de seis meses”; no obstante, la automaticidad jurídica de los actos no procede cuando se revelan cuestionamientos, disensos y omisiones deliberadas de las normas vinculadas.
Frente a la falta de acuerdo, recordemos, Uruguay había apelado a una solución intermedia: no transferir la presidencia a Venezuela como tampoco continuar ejerciéndola, circunscribiéndose a informar, por nota dirigida a los cancilleres de la región fechada el 29 de julio del año en curso, que ha concluido su mandato, originándose, en consecuencia, la disponibilidad de la titularidad del bloque.
Se presentarán graves inconvenientes que amenazarán el normal el funcionamiento de la unión, ya que corre peligro la presencia de representantes de todos los Estados en los organismos técnicos como el Grupo Mercado Común (GMC) y la Comisión de Comercio del MERCOSUR (CCM).
La Presidencia de la Delegación de Paraguay en el Parlamento del MERCOSUR rechaza el ejercicio de la Presidencia Pro Tempore por parte de Venezuela en estas condiciones, considerando la falta de aprobación e internalización de numerosas normas comunitarias, entre las cuales se encuentran acuerdos de complementación económica y aduanera, sumándose a esto las graves denuncias de violación de los derechos humanos y de alteración del orden constitucional.
Desconoceremos la actuación de Venezuela mientras se analizan alternativas para resolver la transferencia de la Presidencia que, si no hubiere próximamente armonía en las posturas individuales, podría quedar en suspenso hasta diciembre. Una opción válida sería que Argentina asuma inmediatamente, conforme a la rotación alfabética.
La élite del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) debe entender y comprender que el MERCOSUR es una unidad firme y estable compuesta por naciones soberanas que obran en conjunto, con criterio de equipo constituido, y ninguna medida que involucre a la comunidad podrá tomarse en soledad sin el conocimiento y el consentimiento del pleno.
La democracia aunque gravemente lacerada aún está con vida en Venezuela, y la mediación de buena fe en los trances prolongados e insolubles de un homólogo, no comporta en absoluto injerencia en jurisdicción interna sino un esfuerzo persuasivo y legítimo orientado a estimular la recapacitación y la identificación con los valores primordiales de la coexistencia urbana y el disenso respetuoso.-
Agosto de 2016
Parlamentario Alfonso González Núñez
Presidente Delegación Paraguay